LA VIOLENCIA SEXUAL COMO ARMA DE GUERRA
El Peor Lugar En La Tierra Para Ser Mujer: República democrática del Congo.
La
Resolución 1820 (2008) de Naciones Unidas confirma que la violencia sexual
constituye un crimen de guerra, un crimen de lesa humanidad, una forma de
tortura y un acto constitutivo de genocidio. La Resolución también impulsa las
medidas para sancionar a los culpables de esos crímenes e impone un mayor costo
político, militar y económico a las partes involucradas en las violaciones.
La
inmensa mayoría de las víctimas de las guerras de nuestros días son civiles,
principalmente mujeres y niños. Las mujeres en particular pueden enfrentar
formas devastadoras de violencia sexual, que se aplican a veces
sistemáticamente para lograr objetivos militares o políticos.
Las
violaciones cometidas durante la guerra suele tener la intención de aterrorizar
a la población, causar rupturas en las familias, destruir a las comunidades y,
en algunos casos, cambiar la composición étnica de la siguiente generación. A
veces se utiliza también para infectar deliberadamente a las mujeres por VIH o
causar la infecundidad entre las mujeres de la comunidad que se pretende
destruir.
En Rwanda, entre 100.000 y 250.000
mujeres fueron violadas durante los tres meses de genocidio en 1994. Los
organismos de las Naciones Unidas calculan que más de 60.000 mujeres fueron
violadas durante la guerra civil en Sierra Leona (1991-2002), más de 40.000 en Liberia (1989-2003), hasta unas 60.000
en la ex Yugoslavia (1992-1995).
En la República Democrática
del Congo, desde 1994, se calcula que 1.152 mujeres
son violadas todos los días (45 mujeres cada 5 minutos). Más de 400.000 mujeres
de 15 a 49 años fueron violadas en todas las provincias de la RD del Congo
durante un período de 12 meses en 2006 y 2007, según un nuevo estudio publicado
en la revista American
Journal of Public Health.
Además de dejar una secuela de daños
psicológicos, la violencia sexual causa a las sobrevivientes lesiones
genitales, fístulas traumáticas y otras lesiones físicas, así como embarazos no
deseados y enfermedades de transmisión sexual y estigmatización.
Películas
- - The greatest
silence: rape in the congo, de Lisa F. Jackson
- - Crímenes
Invisibles, de Win Wender
Sonia Menor Gutiérrez
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