martes, 24 de abril de 2012

La violencia sexual como arma de guerra


LA VIOLENCIA SEXUAL COMO ARMA DE GUERRA

El Peor Lugar En La Tierra Para Ser Mujer: República democrática del Congo.

La Resolución 1820 (2008) de Naciones Unidas confirma que la violencia sexual constituye un crimen de guerra, un crimen de lesa humanidad, una forma de tortura y un acto constitutivo de genocidio. La Resolución también impulsa las medidas para sancionar a los culpables de esos crímenes e impone un mayor costo político, militar y económico a las partes involucradas en las violaciones.
La inmensa mayoría de las víctimas de las guerras de nuestros días son civiles, principalmente mujeres y niños. Las mujeres en particular pueden enfrentar formas devastadoras de violencia sexual, que se aplican a veces sistemáticamente para lograr objetivos militares o políticos.

Las violaciones cometidas durante la guerra suele tener la intención de aterrorizar a la población, causar rupturas en las familias, destruir a las comunidades y, en algunos casos, cambiar la composición étnica de la siguiente generación. A veces se utiliza también para infectar deliberadamente a las mujeres por VIH o causar la infecundidad entre las mujeres de la comunidad que se pretende destruir.

En Rwanda, entre 100.000 y 250.000 mujeres fueron violadas durante los tres meses de genocidio en 1994. Los organismos de las Naciones Unidas calculan que más de 60.000 mujeres fueron violadas durante la guerra civil en Sierra Leona (1991-2002), más de 40.000 en Liberia (1989-2003), hasta unas 60.000
en la ex Yugoslavia (1992-1995).

En la República Democrática del Congo, desde 1994, se calcula que  1.152 mujeres son violadas todos los días (45 mujeres cada 5 minutos). Más de 400.000 mujeres de 15 a 49 años fueron violadas en todas las provincias de la RD del Congo durante un período de 12 meses en 2006 y 2007, según un nuevo estudio publicado en la revista American Journal of Public Health.
Además de dejar una secuela de daños psicológicos, la violencia sexual causa a las sobrevivientes lesiones genitales, fístulas traumáticas y otras lesiones físicas, así como embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual y estigmatización.

Películas
-         -  The greatest silence: rape in the congo, de Lisa F. Jackson
-         -  Crímenes Invisibles, de Win Wender



Sonia Menor Gutiérrez

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