lunes, 21 de mayo de 2012

El maltrato en otra dimensión: maltrato infantil


Hoy en día cuando hablamos de violencia en los hogares a todos se nos viene a la cabeza la violencia de género. Con este blog hemos querido entender mejor que es la violencia de género y las razones por las que ha día de hoy el telediario nos sigue sorprendiendo con personas muertas a manos de sus parejas.
Buscando un poco en google sobre la violencia de género en América Latina, me he encontrado con un dato sorprendente: Tres de cada cuatro niños chilenos son víctimas de violencia física o psicológica en sus hogares. Aunque este blog vaya dirigido especialmente a la violencia de género, no he podido aguantar las ganas de investigar más sobre este otro tipo de violencia en los hogares.
A principios de los años 60 fue descrito por primera vez el síndrome del niño sacudido uno de los primeros términos para definir la violencia física infantil. Se suponía que en EE. UU. se revelarían no más de 300 casos de maltrato de niños, pero el número fue mucho mayor. En la actualidad los servicios de la protección infantil investigan millones de casos de la falta del cuidado de parte de los padres y la presunta violencia infantil. El abuso y maltrato infantil es un problema que compete a todos los países, pero Latinoamérica es una de las regiones donde este problema es muy agudo.
Volviendo al caso de Chile, la violencia grave en este país se aplica mayoritariamente en los hogares con menores recursos (25,9%), mientras que la psicológica es más frecuente en los sectores socioeconómicos altos (25%). "En tanto, la física leve -cachetadas, tirones de pelo o de orejas y zarandeos- es similar en todos los estratos sociales", explica Gary Stahl, el representante de la agencia de la ONU en Chile. De esta manera, sólo el 24,7% está libre de cualquier forma de hostigamiento.
Pero es que si nos vamos a México, nos encontramos con que el 66% de los jóvenes mayores de 15 años ha sufrido maltrato infantil en algún momento.
Todos estos datos nos hacen pensar en que entendemos por violencia infantil. Me imagino que a casi todos, nuestros padres nos habrán dado una `torta´ después de contestarles mal o un `cachete´, a mi desde luego sí. Pero este problema va mas allá de esa pequeña torta que nos hacía entender que habíamos hecho algo mal. Nos encontramos con una sociedad (me refiero a la latinoamericana) que encuentra bastante relación entre la violencia y la educación. A este problema, también hay que sumarle la percepción de muchos padres de ver a sus hijos como su propiedad. Esto se ve muy bien con el turismo sexual, los padres buscan este tan maravillosos empleo a sus hijos para poder ganar dinero, como podemos ver en las favelas de Iquitos (Perú).
Con todos estos espantosos datos no puedo evitar imaginarme cómo será el día a día de estos niños, niños que no se sienten protegidos y amados en sus propios hogares y con su propia familia. 

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