En primer lugar, no todos los niños expuestos a la violencia
requieren tratamiento psicológico estructurado, siendo este grupo niños/as que
son capaces de afrontar la adversidad saliendo fortalecidos.
La intervención con los menores, puede ser tanto individual
como grupal. La intervención individual se utiliza para abordar
cuestiones que requieren un trabajo específico antes de poder acceder al grupo.
Como la intervención individual y grupal se complementan, el trabajo grupal permite
que el niño/a pueda elaborar mejor la situación que ha vivido. El grupo es muy
importante ya que a través de él los menores pueden compartir sus experiencias.
A nivel general, existen tres ámbitos que deben ser minuciosamente tratados en
cualquier programa de intervención con los niños expuestos a la violencia
doméstica: el ámbito emocional, el ámbito cognitivo y el ámbito conductual.
Por último, los objetivos generales de los programas
de intervención son:
·
Proporcionar un
ambiente seguro y estructurado.
·
Enseñar
estrategias y autoprotección.
·
Romper el
silencio y el secretismo.
·
Aprender a
neutralizar los síntomas del estrés post-traumático.
·
Ayudar a
comprender y generar respuestas positivas frente a la violencia.
·
Aumentar la
autoestima.
Bibliografía:
ADRIANA TOMÁS HERAS.
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